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XIII Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua
y Sanción de la Nueva Gramática de la Lengua Española

(Medellín, 21-24 de marzo de 2007)


 

LOS APLAUSOS PERDIDOS.
MEDELLÍN Y EL CONGRESO DE LAS ACADEMIAS DE LA LENGUA

 

SERGIO ESTEBAN VÉLEZ
(Medellín, Colombia)

 

Cinco congresos simultáneos, todos basados en la pureza de la Lengua Española, en su actualización y su glorificación, se llevaron a cabo entre el 21 y 24 de marzo de 2007, en la ciudad colombiana de Medellín, capital del Departamento de Antioquia. Me refiero al XIII Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (y la sanción de la nueva Gramática de la Lengua Española ), la Asamblea de Rectores del Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera (CICELE), el Encuentro de Editores de Suplementos Culturales Hispanoamericanos, la Reunión de Directores de Bibliotecas Nacionales Latinoamericanas y el Congresito de la Lengua (protagonizado por más de mil niños colombianos, que inventaron nuevas palabras ¡maravillosas!).

Todo esto, como antesala al grandioso IV Congreso de la Lengua Española , que se realizó en Cartagena de Indias, entre el 26 y el 29 de marzo y que tuvo como actividad central un extraordinario homenaje al Nóbel colombiano Gabriel García Márquez (con presencia de SS MM. los reyes de España y del ex presidente norteamericano Bill Clinton, entre otros numerosos líderes del Continente), con motivo de sus ochenta años de edad; sesenta de la publicación de su primer cuento; cuarenta de la aparición de Cien años de soledad , y veinticinco de ser galardonado con el Nóbel de Literatura.

Una ciudad, entre mediana y pequeña (con más de tres millones de habitantes, en su área metropolitana), escondida entre los pliegues de un círculo de altas montañas, por retorcidos azares del destino, se ve, de repente, convertida en el objetivo de una lupa gigantesca, que la pone bajo la mirada y observación de toda la prensa internacional, y en especial, la del Mundo Hispánico. El motivo, glorificar la Lengua Española ; la realización de un importantísimo congreso panhispánico de académicos de todos los países hispanoparlantes. Invitados: los augustos reyes de España, Sus Majestades don Juan Carlos de Borbón y doña Sofía de Grecia; el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, además de los principales miembros de las academias, con sede en cada capital de cada país de España, Hispanoamérica, Filipinas, Estados Unidos y Guinea Ecuatorial (este país ya proyecta la fundación de su Academia de la Lengua Española ), algunos de los ministros de Educación y rectores de las universidades más destacadas de Iberoamérica (entre los académicos, se encontró el gran poeta Carlos Germán Belli, ilustre corresponsal de La Sombra del Membrillo , en representación de la Academia Peruana de la Lengua ) y, por añadidura, más de sesenta escritores internacionales, más que todo novelistas, de la casa editorial Planeta, que realizaron decenas de conversatorios y foros, en toda la ciudad, abiertos a la comunidad.

Un escritor que no figuró en las presentaciones como autor, pero se aseguró de poder ser estrella de primera fila, en todos los actos protocolarios, fue el presidente de la Comisión de Honor del Congreso de la Lengua Española , Belisario Betancur, ex presidente de Colombia, que, sin embargo, ni como presidente, ni como escritor fue nunca considerado “de primera fila”.

El corresponsal de La Sombra del Membrillo que escribe este artículo pudo ser testigo de los más significativos eventos de tal explosión cultural, en Medellín, y ha decidido enfocarse, más que en los cambios básicos de nuestra Nueva Gramática (que no se publicarán sino hasta el año entrante), en un tema completamente soslayado por la prensa y que consideramos de la mayor trascendencia.

Esta inexperta, cándida ciudad intentó “botar la casa por la ventana” y lucirse, al organizar toda una semana de festejos “culturales”, para los huéspedes y para toda su ciudadanía, pero la falta de cosmopolitismo le impidió abarcar todo el panorama de lo que debió hacer, sin perder la percepción de los detalles importantes.

Los funcionarios de la Municipalidad, entidad anfitriona, comprendieron que no podrían ser capaces de encargarse personalmente de cada minuciosidad y contrataron a algunas señoras que se supone saben cómo organizar eventos. Pero resulta que nadie, entre los personajes a cargo, conoce muy profundamente qué es “cultura”, y sobre todo desconocen por completo que existe toda una gama de modalidades y categorías en esta cuestión. Desde que la Ciencia ha estado estudiando más profundamente a los seres vivos, ha descubierto que hasta las hormigas tienen cultura, y en un conglomerado humano hay desde la cultura étnica, pasando por la folclórica y la popular, hasta lo que podríamos llamar “alta cultura”. Y sucede que ese es uno de los aspectos de nuestra cultura, que estas personas desconocen por completo, de manera que no se dieron cuenta, en su momento, de que la ciudad tenía la oportunidad más increíble que ciudad alguna puede tener, en cinco mil años de civilización, para enseñar al mundo, a través de la masiva cifra que alcanzan los medios de comunicación, una muestra de su propia cultura, específicamente, en esta oportunidad, de su Literatura.

¿Y qué pasó? Se olvidaron de invitar, presentar a los huéspedes y al mundo y exhibir a sus propios escritores, con excepción, la verdad sea dicha, de los cuatro o cinco novelistas de la truculencia en boga, divulgados por la editorial Planeta.

Algunas personas que se dieron cuenta, cuando a última hora fueron anunciados los programas de eventos y presentaciones con los autores, se quejaron, protestaron y solicitaron a las autoridades que trataran de corregir esta grave falencia, aduciendo que todavía había tiempo de invitar, por lo menos, a los más importantes novelistas y poetas de la ciudad, muchos de ellos internacionalmente reconocidos. La respuesta explicativa fue la excusa de que no se habían atrevido a introducir estos nombres en los programas, porque la editorial Planeta fue la patrocinadora que corrió con los gastos de pasajes y hoteles de los escritores y, por lo tanto, habían creído que debían dejarle a esta empresa comercial todo el beneficio publicitario para ellos solos. Aunque los altos funcionarios de la Alcaldía trataron de enmendar la falla, ya era última hora, y esto no se logró. Quedó claro a la ciudadanía que toda la exposición de autores se redujo a una gigantesca maniobra publicitaria y comercial, en donde los créditos literarios se dieron solamente a las obras que podrían “apreciarse” como mercancía.

Todo esto ha dejado un amargo sabor y una decepción, sin mencionar una sensación de humillación e inferioridad, en todos los importantes autores medellinenses, que fueron ignorados y excluidos, de absolutamente todas las festividades; incluyendo las lecturas públicas, encuentros, actos ceremoniales y festividades sociales. Es una certeza consciente de que una oportunidad como esta se desperdició estúpidamente, por falta de conocimiento de nuestra cultura y de visión de lo propio y lo global; y hasta de visión acerca de la importancia inmensa del acontecimiento que tuvo lugar en esta ciudad… una oportunidad que jamás se volverá a repetir.

Lástima, porque los distinguidos invitados internacionales estaban tan interesados en conocer la Literatura de nuestra tierra, que hasta el mismísimo rey don Juan Carlos, comenzó su discurso, en la clausura del Encuentro de la Asociación de Academias y la sanción definitiva de la nueva Gramática de nuestra lengua, citando unos versos del poeta medellinense León de Greiff. Por otra parte, don Víctor García de la Concha , director de la Real Academia Española, habló repetidamente acerca de la magnitud de la obra del ilustre gramático de la ciudad Marco Fidel Suárez, que para nosotros es un patriarca sagrado, pero una figura en los altares del pasado, después del cual tenemos cinco generaciones de literatos sobresalientes que nos han llevado hasta las nuevas estilísticas, con éxito equiparable al de los mejores cultores de cualquier país del mundo, pero que permanecen relativamente ignorados por la circunstancia geográfica ya mencionada de estar aislados y escondidos entre las arrugas montañosas de una pequeña ciudad de importancia secundaria.

De esta manera, nos quedamos los escritores antioqueños lamentándonos de que, a pesar del gran acontecimiento sucedido en Medellín, nuestras obras, nuestra narrativa y nuestra poesía seguirán en el desconocimiento internacional “más brillante” que nadie pudiera opacar, ya que los académicos, escritores, visitantes ilustres y prensa internacional se fueron creyendo que aquí no hay creadores literarios. Seguiremos siendo “no existentes”.

 

LOS AUSENTES

He aquí un listado de 40 destacados escritores de Antioquia (provincia colombiana donde se realizaron los congresos, cuya capital es Medellín), que no tuvieron invitación para participar en las actividades programadas: Fernando Vallejo, Darío Jaramillo Agudelo, Juan Manuel Roca, Eduardo Escobar, Mario Rivero, Rogelio Echavarría, Fernando Rendón, Jaime Jaramillo Escobar, Alberto Aguirre, Olga Elena Mattei, Juan Diego Mejía, Piedad Bonnet, Guiomar Cuesta, Rubén Vélez, Jaime Sanín Echeverri, Elkin Restrepo, Óscar Hernández, Darío Ruiz Gómez, Hernando García Mejía, Rocío Vélez de Piedrahita, Samuel Vásquez, Raúl Henao, Juan José Hoyos, Jorge Alberto Naranjo, Jaime Espinel, Jaime Espinal, Mario Escobar Velásquez (fallecido días después de los congresos), Leonel Estrada, Gabriel Jaime Franco, María Helena Uribe de Estrada, Gloria Posada, Conny Rojas, Carlos Framb, Jaime Jaramillo Uribe, Mara Agudelo, Álvaro Tirado Mejía, Jorge Orlando Melo, Pedro Arturo Estrada, Omar Castillo, Agustín Jaramillo Londoño.

 

Sergio Esteban
Nuestro corresponsal en Colombia, Sergio Esteban, estuvo en el
XIII Congreso de la
Asociación de Academias
de la Lengua
en Medellín.

 

Entrevista a Pablo Simonetti:
Pablo Simonetti, constructor de tramas, y su novela: Madre que estás en los cielos, por Sergio Esteban.



 

 

La Sombra del Membrillo. 2003-7.