Amor y poesía... cada día: una experiencia didáctica y poética

por Julia Morillo

 

Esta es una experiencia didáctica y la vez increíblemente poética que, como profesora de Lengua y Literatura, tuve el curso pasado en un Instituto de Secundaria de la Comunidad de Madrid.

En mi intento de motivar a mis alumnos de 4º de ESO a que se acercaran y disfrutaran de la poesía, se me ocurrió celebrar el día de los enamorados de un modo muy especial. Para contrarrestar la campaña publicitaria de los grandes almacenes que hace de ese día una mera fecha consumista, quise que mis chicos (y de paso todo el Insti) conocieran, descubrieran o recordaran unos cuantos poemas de amor. Puse carteles por todo el centro anunciando la exposición, incluso en la cafetería y su rincón más concurrido: el rincón de las "chuches". Y monté, más bien improvisé, una "mini-exposición" en el pasillo central del Instituto con poemas de amor de toda la historia de la literatura castellana que recogí de aquí y de allí sin orden ni concierto. Sin fecha ni orden cronológico, sólo el poema, y su autor. Los imprimí en el ordenador y los coloqué a uno de los lados del pasillo. Una "exposición" sería mucho decir, porque la verdad es que era muy modesta, con poquitos poemas, para no empezar empachando y echando para atrás. Una selección arbitraria e incompleta donde las haya, pero por algo tenía que empezar en un centro y un entorno en el que la poesía era considerada algo "cursi", para "nenas" y cosas por el estilo. En el otro lado del pasillo central, la exposición se enriqueció y se completó con los poemas que tuvieron que buscar (uno por cabeza) cada uno de mis alumnos de 4º de ESO. Daba igual donde los hubieran buscado: en la biblioteca, en cualquier libro de su casa, en Internet, en alguna revista, o incluso (y eso era lo mejor) alguno hecho por ellos mismos o que alguien hubiera escrito para ellos. Todos trajeron su poema, no faltó nadie. Incluso hubo alguno que lo ilustró con dibujos, colores o recortes.

He de reconocer que, dadas las características del centro y de los alumnos, se dudó y mucho no ya de la eficacia del montaje, sino de la acogida que fuera a tener entre los chavales. Sólo diré que ante el escepticismo de algunos compañeros del centro (incluido alguno que afirmaba rotundo que el amor no existe ¡¡¡!!!) mis alumnos de 4º y yo montamos la exposición a primera hora de la mañana del día 14 de Febrero y ya antes del recreo el éxito fue absoluto. Los chavales de todos los cursos se agolpaban ante los poemas, los leían en voz alta, iban de un lado a otro ante la recomendación insistente de otro que lo llamaba e incluso copiaban algunos versos: algunos a escondidas (los más "duros del barrio") y otros abiertamente, mirando de reojo a esa chavala de la clase de al lado…. Todo un éxito, que me dejó asombrada, con la boca abierta, no esperaba tanto, ni mucho menos. Mis alumnos de 4º tampoco.

Pero hubo aún más. Como digo la exposición se hizo en el pasillo central para que la viera todo el centro, no sólo los alumnos. Y funcionó. También funcionó para todos. Esa es la magia de la poesía. Una de las conserjes me buscó a última hora de la mañana para contarme, emocionada, que al ir a la cafetería había echado un vistazo a la exposición, sin muchas ganas, la verdad. Y, casualidades de la vida, el primero que leyó fue un poema con el que se le declaró un chico hacia "la torta de años". Me pidió permiso para traer también ella unos cuantos poemas que tenía copiados y guardados en un cajón y también los colocamos en el pasillo central. La señora de la cafetería me comentó, asombrada, que esas cosas no se habían visto ni hecho nunca en el centro y que si no lo ve no lo cree. Y hasta la señora de la limpieza les echó un vistazo y cada día me buscaba para comentarme lo bonito que era este poema o aquél otro, o el de más allá. Vamos, que le gustaban todos ... La compañera de la biblioteca me dijo que el mismo día que colgamos los poemas, antes de cerrar tenía a media docena de chavales llamando insistentemente a la puerta pidiendo libros de poesía. Una compañera que me felicitó como si hubiera ganado un Goya (¡!) me dijo que en un centro en el que ella estuvo hace ya tiempo hacían algo parecido, pero nunca había visto una acogida tan asombrosa. Y por último he de decir que unos días después, en medio de una clase, salí a por unas copias a secretaría y encontré agolpados a unos cuantos profes (los escépticos…) delante de los poemas. Me sonrieron. Y de nuevo la magia…

Dejamos los poemas expuestos durante unos días y trabajamos en clase con los que más gustaron a los alumnos. No se trataba de analizar estructuras, figuras retóricas ni análisis pormenorizados, sino de intercambiar sensaciones, emociones, sugerencias y todo lo que se nos ocurriera. Todo lo que la poesía da, sin reservas, emociona y enseña... Como profesora puedo asegurar que fueron unas sesiones auténticamente deliciosas. También comentamos la inesperada pero estupenda acogida que había tenido la exposición y se nos ocurrió agradecérselo a "nuestro público" premiándolo con algo más (de lo mismo). Hicimos otros carteles pidiendo que se votara el poema que más hubiera gustado a cada uno y colocamos unas cuantas hojas de votación al final del pasillo central. Entre todos los que tuvieron la amabilidad de participar en la votación sorteamos tres ejemplares del libro de Neruda "Veinte poemas de amor y una canción desesperada". Los afortunados recibieron los ejemplares con la ilusión de quien, a pesar de todo, aún cree en la magia… en la magia de la poesía.

Esta es la pequeña introducción con la que se abría la exposición para que todo el mundo supiera de qué iba la cosa, para que lo sepáis todos los que leáis esta pequeña aportación.


"AMOR Y POESÍA, CADA DÍA... "
Juan Ramón Jiménez


Este verso de Juan Ramón Jiménez con el que damos título a esta pequeña muestra de poemas de amor, nos sirve de excusa para celebrar de un modo diferente el 14 de Febrero como día de los enamorados. Se trata de compensar de algún modo la avalancha consumista del día de San Valentín con otra mucho más dulce, más detallista, más modesta y más hermosa que pueda darnos ideas, abrirnos los ojos y los sentimientos a la poesía y a lo que ya otros antes que nosotros sintieron y expresaron de un modo tan especial y tan hermoso.

El amor es uno de los temas preferidos de los poetas y escritores en toda la historia de la literatura. En esta exposición de poemas recogemos una pequeñísima muestra de lo que se ha dicho sobre el amor a través de los tiempos en lengua castellana La exposición se completa, además, con la aportación de los poemas de amor (o desamor) que han seleccionado los alumnos de 4º A y 4º B. Poemas de autores conocidos, poemas anónimos, o quizás poemas que alguien escribió para uno de nosotros. Y es que cuando se lee un poema de amor, siempre parece que nos llega al corazón y que somos nosotros los destinatarios. Ésa es, también, la magia de la literatura.

Leeréis poemas que van desde la poesía popular y anónima de la gente de los pueblos que la ha sentido y transmitido de generación en generación, hasta la obra de poetas universalmente conocidos que en muchas ocasiones encontraron precisamente en la poesía tradicional la inspiración para sus obras más logradas. Y si queréis más, esto es sólo una pequeña muestra de lo que podréis encontrar en las obras de los autores que aquí están representados. Todos ellos os esperan en los libros y en las bibliotecas.

Esperamos que os gusten estos poemas, que todo el mundo los lea, los disfrute y tome nota no sólo para el día 14 de Febrero sino para todos los días del año…

Y así tendremos, cómo no, "Amor y poesía, cada día…"

© Julia Morillo Morales. 2003.

La Sombra del Membrillo. 2003.