PREMIOS DEL CONCURSO DE POESÍA 2005
I.E.S ANTONIO LÓPEZ DE GETAFE
(X EDICIÓN, II INTERNACIONAL).


Un momento de la entrega de premios, que se cerró con el acústico de Marcos Cao (24/5/5)
De izq. a dcha.: Marta, Marcos, Jac, el Director de Cultura de Getafe y Gonzalo Suárez.

Nuestra hada cibernética nos ha permitido continuar nuestro sueño de recibir y difundir poemas. En esta ocasión, nos han llegado desde once países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, India, Italia, México, Perú, Puerto Rico y España (Almería, Cádiz, Elche, Logroño, Oviedo, Salamanca, Sevilla, Valencia y Comunidad de Madrid). El jurado ha estado compuesto por los poetas Jaro Godoy (desde Argentina), Sergio Esteban (desde Colombia), Elena Medel (desde Córdoba); Modesto Calderón, Jorge Fernández Gonzalo y Ana Gorría (desde Madrid); los profesores Isabel Asúnsolo (desde París), Rosa Cuadrado (desde Salamanca), José Emilio López-Carrasco (desde Talavera de la Reina ), Isabel Martín, Aránzazu Oteo, Juan Carlos Pérez (desde Madrid) y los colaboradores Luis Corrales (Viena), Norma Nava (Argentina), Antonio J. Mialdea (Córdoba), María del Mar Ordóñez (directora de No-Michi ) y Valentín Pérez (director de Minotauro digital ). El resultado de su votación fue la entrega de los siguientes premios el 24 de mayo de 2005 en el Instituto Antonio López de Getafe (Madrid, España):

Primer premio 12-14 años (Leer):

“Vómito de versos” de Carlos Mora Martínez
(2º E.S.O., Colegio Santo Tomás de Aquino, Valencia).


Primer premio compartido 14-16 años:

“Quizás ya no quede nada detrás del telón...”
(Leer)
de Alicia Pérez Méjica (4º E.S.O., I.E.S. Calatalifa, Villaviciosa de Odón, Madrid).

y “Los muertos”
(Leer)
de Laila Ruiz Castillo
(4º ESO, Liceo Español Cervantes, Roma).


Primer premio 16-18 años:

“Naciste para ser literatura”
(Leer)
de Gonzalo Suárez López
(2º Bachillerato, I.E.S. Pío Baroja, Madrid).



PRIMER PREMIO 12-14 año
s:

Carlos Mora Martínez
(2º E.S.O., Colegio Santo Tomás de Aquino, Valencia).

 

VÓMITO DE VERSOS

 

Por el viento perseguidas,
Traen el olor de las nuevas lluvias,
Dejándose la vida erguida,
De mi jardín las estatuas miran.

Amores de mentira,
Del rosa al lila,
Turbias aguas
Del hediondo río.

Ven,
Y acuérdate del olvido,
De lo que te convirtió
en ecos.

Ven,
Y ennegrece tu polvo
Hasta que se pudra
El barco que te lleva
A la deriva
Bajo las aguas turbias
Del hediondo río.

Las dunas rasgadas
Con tu pelo,
Vuelven a temblar
mis manos
tus labios
al saber verlos.

Noto el sabor agraz
de tu lengua
en las entrañas
de mi paladar.

Condenando al Tiempo inclemente.
Como el lirio es un oasis.
Él solo se forjó
A sí mismo
Y un mar de ébano y astillas
Florece.
La distancia...
Entre el Tiempo
y la Eternidad.

El desierto austero,
Escarbo en mi osamenta
Un lugar donde anduviste.

Retiro los escombros de mi piel
Y escucho los buitres que me rondan
Perfilando las esquinas del hambre
Contra el Sol,
El que él solo se forjó.

Perviven medio muertos
Los colmillos de la víbora.
Mis pies se abrasan
Al borde de este acantilado arenisco.
Las tierras ajadas,
Abofeteadas por la guerra
Permanecen inhumanas,
Mientras el hambre
Se humaniza
Y la muerte
Se personifica.

El fuego sobrevive las ansias,
Polvo blanco
Grita dando vueltas
Sobre la rotunda oscuridad,
Se agitan las lanzas
Y los escudos
Protegen del triste eco
Que llega del tiempo
Y del desierto.

Ven,
Y siente tu vergüenza,
Ven
A saciar tu sed de carroña,
Ven
y devórate antes
De que te erosione la tierra.
Ven y mira
Cómo hiede la última lluvia.
Ven,
Ven,
Ven.
Ven a sentir
Cómo entre estas dunas
Se evapora tu alma,
Ven a sentir la podredumbre
Inmersa,
Ven y mira cómo
Todos divagan
En busca del presente.
Ven y lame
Las rocas para encontrar
Una gota de barro.
Ven,
Ven a sentir
El frío
Que emana hoy del Sol,
Ven y mira
Las arrugas del suelo,
Donde guarecerte de la tormenta,
Ven a ver
Cómo los pájaros te sacan los ojos,
Ven para saber
Cuán abrasivo es el desierto,
Ven y mira cómo la opulenta Muerte
Te mira y te desafía,
Ven a sentir
Cómo los despojos que pululan por el mundo
Se reúnen,
Cómo montañas de polvo blanco
Se acuerdan de que son olvido.
Ven y mira
Cómo el silencio asola todo
Ven y mira cómo la Mierda
Lo invade todo.
Ven,
Ven,
Ven,
Y míraTe.

Carlos Mora Martínez, con sólo 13 años, es lector asiduo del filósofo Hakim Bey (padre del “terrorismo poético”), de Manuel Vicent, Edgar Allan Poe, Shakespeare... y, especialmente, de su predilecto Antonin Artaud.


 

PRIMER PREMIO COMPARTIDO 14-16 años:

Alicia Pérez Méjica

(4º E.S.O., I.E.S. Calatalifa, Villaviciosa de Odón, Madrid)

 

Quizás ya no quede nada detrás del telón.
Quizás si miro a través de la ventana no vea más que lluvia caer,
quizás en mi noche no existan las estrellas a las que tú ponías nombre.
Puede que no vuelva a escuchar el suave susurro de tu voz arropándome,
puede que tú ya no seas tú y que el cielo se aleje más de lo imposible,
puede que cuando te mire a los ojos no te encuentre ni reconozca en tus pupilas
aquel destello que era la luz que me guiaba en el trazado obtuso de mi camino.
Puede que ni siquiera me recuerdes la próxima vez que tu mirada se pose levemente,
y por casualidad,
sobre la mía.

Y echaré de menos todos los días tu presencia,
y todas mis lágrimas serán tuyas
cuando sepa que crecimos por separado sin ser dos ni uno solo,
sabiendo que cuando despierte no quedará tu recuerdo,
que mi alma estará vacía.
Quizás las pesadillas vuelvan a visitarme en la oscuridad nocturna,
puede que mi vida termine en mis manos sin saber qué habrá, después del siguiente recodo
de la senda por la que transcurre mi existencia.
Quizás nunca llegue a saber si mañana brillará el sol,
puede que mi sueño se torne en mi final,
y tu silencio otorgará entonces la razón a mi desvarío.

Y en mi soledad un solo grito.
Una frase que desgarra mi ser partiéndolo en mil pedazos cortantes
que ahondan en mi piel,
cristal buscando la sangre que corre por mis venas.
Y en mi noche tu ausencia y mi locura,
mis lágrimas,
tu indiferencia;
en mi oscuridad sólo la luna,
que bajo un cielo de alquitrán,
muere
agonizante,
como lo hago yo con mi silencio.


 

PRIMER PREMIO COMPARTIDO 14-16 años:

Laila Ruiz Castillo
(4º ESO, Liceo Español Cervantes, Roma).

“...He heard the snow falling faintly through the universe and faintly falling,
like the descent of their last end, upon all the living and the dead.”

—James Joyce, The Dead.

LOS MUERTOS

Todavía veo tu sombra
bajo el roble escarchado.


Oigo el tímido repiquetear
de las piedras en mi ventana
que atruenan mis sentidos.


Veo tus ojos
negros—
buscándome.


El aullido del lobo
te implora
pero ya es tarde.


Y tus últimas palabras
se pierden en la noche.


Tu cuerpo
cae,
derrotado—
bajo la dulce luz de la farola.

Y lentamente te conviertes
en una sombra más
de las de la calle.

¿Sigues esperándome
bajo la nieve?

Yo también
me convierto en sombra.

Y sigue nevando
bajo los vivos y los muertos.


 

PRIMER PREMIO 16-18 años:

Gonzalo Suárez López
(2º Bachillerato, I.E.S. Pío Baroja, Madrid).

 

NACISTE PARA SER LITERATURA

En tanto que el rocío se derrama
desde las verdes almas de las flores
mi corazón de lánguidos dolores
absorto te contempla entre la grama.

Tu corazón, de pie sobre una rama,
más digno de miradas y clamores
que el más hermoso de los ruiseñores,
lo alcanza, lo rebasa y lo difama.

Yo, convertido en sombra y amargura.
Tú en algo tan precioso y exquisito
que las palabras no saben pintarte.

Una ilusión, un sueño, una locura.
Lo único que ahora necesito
es saber cómo puedo enamorarte.



La sombra del membrillo, mayo de 2005.